Habia una vez una gata
con una manchita negra en la trompa.
Vivía en una casita blanca con una ventana
debajo del cielo azul, la la la…
Si la guitarra sonaba
la gata decia miau
y una estrellita bajaba para escucharla
y luego subía arriba del cielo azul, la la la…
Ahora no vivo mas alli,
todo ha cambiado, no vivo mas alli.
Yo tengo una casa lindisima
como la soñabas tu;
pero yo extraño a mi gata
con una manchita negra en la trompa
y vivia en una casita blanca con una ventana
arriba del cielo azul, la la la
Una manera sencilla de cantarle a la infancia que se nos escabulle de entre los dedos. O cómo la voy recuperando desde la paternidad sobre lo que el Pequeño dicta.
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