martes, 13 de noviembre de 2012

Metegol


Hace un tiempo los reencontré en las jugueterías. Es el que tenía de pibe. Lo apoyábamos en la mesa del comedor y jugábamos con mi hermano. Incluso me parece recordar que hemos logrado jugar de a cuatro con amigos. Y finalmente la decadencia de las manijas de plástico rotas, y los metálicos doblados. Tanto reencuentro es propio de trabajar con niños. Y como son varios los fuboleros, accedí a repatriarlo en el consultorio. Es interesante lo que se genera cuando los jugadores están fijos y no pueden ser Messi. Algo que explotan y sobrecargan en el PES. ¡Todos quieren ser Messi! Pero lo trágico no es que uno sea Maradoniano, sino que el efecto que produce el emblema del chico Barcelona, es el juego individual. Agarran el fúbol atrás de mitad de cancha y corren y corren queriendo pasar a todos. Algunos me llegaron a decir que hacía trampa porque jugaba pasando la pelota. ¿Desaparece el juego en equipo? ¿Será que en las inferiores ya nadie quiere ser defensor? Puede ser que a los más pataduras se los mande allí... pero la defensa es tan importante. Cuestionamiento: ayer sentí que tenía que perder un partido. Tocaba lo necesario de la intervención, de lo hablado sobre el ataque y las defensas, sobre la agresividad en juego. Recordé verlo a mi ahijado jugar a la pelota con el Pequeño. Mister Pedro tiene ese don, siendo tan chico se tiraba y no llegaba a atajarle los disparos al Pequeño. Bastaba agudizar la mirada para ubicar el gesto, la elegancia, el disfrute de festejar el gol que le hacía. Que buena cepa. La derrota.

sábado, 10 de noviembre de 2012

The Lorax by Dr. Seuss



Primer película que el Pequeño queda sentado, mira con sus padres y casi completa. Vienen buenos tiempos. Se disfruta. Además, Dr.Seuss como primer escalón es buen augurio.

martes, 6 de noviembre de 2012

Amor líquido de BAUMAN


Lectura del prólogo y el primer capítulo: más de la búsqueda desenfrenada por la seguridad. 

"No es raro que las “relaciones” sean uno de los motores princi­pales del actual “boom del counselling“. Su grado de complejidad es tan denso, impenetrable y enigmático que un individuo rara vez logra descifrarlo y desentrañarlo por sí solo. La agitación de las ra­tas de Miller y Dollard casi siempre se diluía en la inacción. La in­capacidad de elegir entre atracción y repulsión, entre esperanza y temor, desembocaba en la imposibilidad de actuar. A diferencia de las ratas, los seres humanos que se encuentran en circunstancias se­mejantes pueden recurrir al auxilio de expertos consultores que ofrecen sus servicios a cambio de honorarios. Lo que esperan escu­char de boca de ellos es cómo lograr la cuadratura del círculo: có­mo comerse la torta y conservarla al mismo tiempo, cómo degustar las dulces delicias de las relaciones evitando los bocados más amar­gos y menos tiernos; cómo lograr que la relación les confiera poder sin que la dependencia los debilite, que los habilite sin condicio­narlos, que los haga sentir plenos sin sobrecargarlos…"


Trae una lectura precisa de las diferencias entre relación y conexión (donde sí hay una tecla DELETE), entre las ganas y el deseo, donde logra puntuar hoy la decadencia de este último en proporción del aumento del primero. Marcará otra interesante: convivir, vivir juntos como una inversión-interés compartido, diferente a la identidad compartida de una relación que va de la afinidad al parentesco.
A seguir...

Letreando UNO

Con el empuje del inicio, hubo más entradas que salidas. Parece que octubre trajo el freno. O uno fue consumido. Por el trabajo, las lecturas, los albañiles, el juego con el Pequeño. ¿Para qué inyectar en la red lo que se consume? ¿Darse a? La lógica de la mostración da cuenta que algo no se puede decir. La histeria cuenta eso. Por ejemplo. Las que vienen llegando traen acaloradas críticas sobre hombres que no igualan al padre, que el mismo padre tampoco iguala. Excepto que esté muerto. Y cada día canta mejor. Actualizar la transferencia, ponerla sobre la mesa nos ayuda entonces a dar cuenta de la posición. Una suerte de granada que explota en el diálogo. ¿Cómo huir de ahí? Es rasgo de chance ante lo destinal.

Fin de año se avecina. Las neurosis se impacientan y precipitan las consultas. Aún cuando ya no hay más lugar. No deciden esperar. Como los gimnasios que se pueblan ante la proximidad del sol. Y los espejos, ya cansados, no alcanzan a reflejar a todos.