Las recomendaciones siempre son un riesgo. ¿Para qué evitarlos? De "Día de Mercado" saldremos ilesos, y no por eso dejaremos de estar un poco menos golpeados. La historia nos trae a un Mendleman enfrentando sus dilemas con rasgos obsesivos como defensa: ideas mágicas que brindan la ilusión de estar ordenando la entropía subjetiva. Pareciera que aquí el disparador es la paternidad, pero una lectura más atenta puede ayudar a vislumbrar que el cambio viene por otro lado. Y son los resortes de las condiciones materiales que le dan título a la obra. Algo sucede en el mercado. Para nunca volver a ser lo que era. La postal de personas debajo del puente, en torno a una fogata nocturna, anticipa la caída de la modernidad que recién comienza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario